Dentro de cada uno de nosotros hay un amo del universo. No del universo exterior, sino del universo interior de nuestros pensamientos y sentimientos, actitudes y acciones. La mayor parte de personas realizan muy tarde, qué esperar dentro y qué tan valioso es. Por mucho tiempo nos permitimos estar distraídos y embrujados por todo lo que pasa fuera. Ser un amo de nuestro mundo interior es ser amo de nuestro propio destino.