Auto-soberanía

Subordinarme a mi negatividad es una existencia muy precaria como si nunca estuviera seguro de qué tan bien puedo manejar una situación difícil.  Con práctica es posible crear pensamientos apreciativos y compasivos: así no tendré necesidad de tener resentimiento, amargura o disgusto.  Entrenarme a mi mismo en reaccionar calmada e inteligentemente me ofrece grandes beneficios.  Me permito hablarme  en silencio y con amor y coraje, balance con firmeza,  y como un soberano viejo y sabio de las historias de hadas, me permito gobernar mi reino interior de la mente con benevolencia

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