Categoría: Reflexiones

Un estilo de vida no sana está dirigido por la mente y sembrado en el alma. El ejercicio espiritual de la mente involucra tener la mente fuera del cuerpo físico y del cuerpo sutil de luz y así nuestro mente estará en el ser, un alma – el ser que es un punto de luz y poder. Así, en una dieta de control, los pensamientos puros son una dieta sana para la mente. Los pensamientos creativos son como vitaminas y los pensamientos positivos proveen proteínas que construyen la fuerza de voluntad.

“Mis decisiones o no decisiones, determinan la realidad de mi vida”.

No esconda los tesoros de su corazón por temor a que sean robados – en lugar de eso compártalos y se multiplican,

Cuando usted comparte amor puro a todos sin motivaciones egoístas esto es una actitud de gentileza.

Soltar quiere decir poner un alto completo a toda la actividad mental con un simple pensamiento: “Yo soy un alma de paz”.

Si pierde una oportunidad, no nuble sus ojos con lágrimas; mantenga su visión clara así no perderá la siguiente oportunidad.

Ir al silencia permite manejar mejor los pensamientos. Usted encontrará que no hay necesidad de pensar mucho, que muchas de las respuestas que busca vendrán, sin mucho esfuerzo de su parte.

La mayoría de nosotros pensamos mucho, especialmente acerca de eventos y gente, local y global, famosos y no famosos. Cuando nosotros pensamos siempre acerca de lo que está pasando en la superficie de la vida, lo visible, esto es como si viviéramos una vida superficial. Dentro en lo profundo hay una voz, larga, llamando a lo profundo. Es nuestro corazón, recordándonos visitar, explorar y visitar lo profundo de nuestro ser. Ir a lo profundo y estar en lo profundo requiere invertir tiempo en soledad, algunos períodos de introversión y una conversación con nosotros mismos. Cómo veremos nosotros sobre la tierra, alguna vez, qué hay en nuestro corazón, sino hasta que nos dirijamos a lo profundo, encender la luz y mirar. Esos quienes lo hacen le dirán que todo cambia. ¿Qué vieron ellos? Simplemente, solo belleza y verdad. Ellos siempre están ahí, esperándonos por el retorno. Esperándonos para darnos la bienvenida para presentarnos a nosotros mismos.

El secreto de la felicidad es estar libre de miedos. El miedo es como una toxina que corre mucho a través de nuestra mente, si se alimenta con inseguridad, sentimientos de pérdida, soledad, inadecuación y apegos.

En el momento de estrechar la mano con otro, no solamente estamos participando de un saludo universal, sino que también tenemos el conocimiento de que todos estamos conectados en este juego de la vida juntos. ¡Para qué es la vida sino una serie de encuentros, una gentil secuencia de conexiones!