Categoría: Reflexiones

Cuando se aprende a manejar, se tiene que practicar parar. En la misma forma, practicar poner un alto a los pensamientos de desperdicio hará que permanezca constantemente feliz.

Yo gentilmente regreso al equilibrio, nutrida por una primavera de amor. Yo, el alma, estoy suavizada y cubierta por una energía de quietud. Abrazo mi extenso paisaje interno y entiendo el ciclo de crecer y decaer. Hoy puedo reparar algo roto o dañado en mi ser.

Una persona humilde no descarta nada, reconoce que siempre hay algo que aprender. Cada tarea creativa requiere humildad desde el fondo.

Usted saca lo mejor de otros, porque usted ve lo mejor en otros.

Una persona iluminada entiende que no se gana nada pensando acerca de otros. Pensamientos y sentimientos puros hacen todo el trabajo. No hay necesidad de pensar mas.

La tolerancia se basa en ir mas allá de las cosas superficiales que nos dividen. Es el resultado de voltearnos hacia dentro y conocernos. Si puedo con mi propio ego interno mi ira puede resolverse. Esto va hacia un largo camino de resolver situaciones externas también.

Conforme vamos fortaleciéndonos en nuestra vida espiritual, vamos soltando el hábito de preocuparnos. Este solo tiene el propósito de hacernos sentir tensos y miserables. Cuando paro de preocuparme de cosas que están fuera de mi control y en lugar de eso me enfoco en generar optimismo y pensamientos amables, mi vida empezará a fluir en una dirección mas positiva. Tal livianez y facilidad de vida permite que tome todo livianamente a mi paso.

Cuando estamos cocinando, nuestra mente está trabajando. Cuando estamos amasando, aplanado y horneando, estamos pensando. Los pensamientos crean vibraciones, porque esto es lo que hacen los pensamientos. Los pensamientos afectan ambos, la comida y a la gente que la come, ese es el ingrediente secreto, nuestra actitud al cocinar.

¿Cómo se siente cuando está a punto de llegar a un día festivo? ¡No puede controlar su sonrisa, se pasa imaginando nuevos paisajes y la promesa de aventuras excitantes! ¡Cuán excitante sería la vida, si se sintiera cada mañana, cada día con el mismo sentimiento!