La ira causa mucho daño. Cuando alguien se enoja, este enojo también crea enojo en otros. Se necesitan dos manos para aplaudir. Por eso, si alguien se enoja, rocíelo con flores.
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La ira causa mucho daño. Cuando alguien se enoja, este enojo también crea enojo en otros. Se necesitan dos manos para aplaudir. Por eso, si alguien se enoja, rocíelo con flores.
