Ayudar a otros descubriendo sus talentos es la mejor forma de hacerlo. Algunas veces la gente no está consciente de sus talentos, o tiene miedo de usarlos. Pero si no usamos los regalos que nos han sido dados, no seremos nunca verdaderamente felices. Durante nuestras vidas, la gente nos ayuda a crecer. Así como crecemos envejeciendo, podemos ayudar también a otros.